Los ingenieros de Apple prefieren dejar sus empleos antes que acceder a las peticiones del FBI
En este momento, la batalla entre Apple y el FBI sigue su curso en una sala de tribunal de California y en el tribunal de la opinión pública.
En caso de que los argumentos del FBI prevalezcan, obtendrán la aprobación judicial para obligar a Apple a crear un gestor de arranque personalizado que pueda penetrar la seguridad del dispositivo usado en el tiroteo de San Bernardino o en todo caso podrán obligar a Apple a entregar el código fuente de iOS al FBI, para que el propio FBI se encargue de hacer el trabajo sucio.
Sin embargo, el New York Times informa que aunque el FBI gane su caso, es muy posible que todavía tengan que enfrentarse a la oposición de los ingenieros dentro de la empresa. Algunos ingenieros que hablaron con el New York Times indicaron que se opondrían a hacer lo que pide el FBI, o que incluso preferían dejar sus trabajos antes que contribuir con tal proyecto.
Este tipo de informes no necesariamente reflejan lo que realmente harán los ingenieros de Apple a la hora de la verdad, pero nos da una idea de la seriedad con la que Apple ha sopesado sus opciones y sus argumentos. Y aunque el FBI ha tratado de pintar la postura de Apple como una jugada de marketing, la verdad es que no creemos que se trate de eso, básicamente porque no tendría demasiado sentido.
Está claro que en esta ocasión es imposible que todos salgan perdiendo. Es decir, el gobierno podría ganar esta batalla pero perder la guerra. Obligando a las empresas de seguridad a desarrollar nuevas soluciones diseñadas específicamente para hacer que sea imposible que los gobiernos (en este caso el estadounidense) puedan acceder a la información almacenada en los teléfonos, sin autorización de los usuarios.
Es justo señalar que esta batalla también podría terminar mal para Apple y para toda la industria de la tecnología. Frente a la intransigencia de algunas empresas, el gobierno podría adaptar la legislación para hacer que las puertas traseras sean obligatorias y exigir a las empresas estadounidenses que apoyen todos los esfuerzos del gobierno para acceder a los dispositivos encriptados.
Personalmente, creo que si al final el FBI consigue que Apple diseñe una puerta trasera en iOS, los usuarios que tengan algo que ocultar sencillamente dejarán de fiarse de los dispositivos iOS y buscarán otros métodos de comunicación que les hagan sentir más seguros.