Las ventas del iPhone X no han sido tan buenas como se esperaba
Cuando Apple anunció el precio de venta del iPhone X, sabíamos que las ventas no iban a ser buenas.
¿Cómo lo sabíamos? Pues muy sencillo. Una cosa es ser fan de Apple y otra muy distinta es ser tirar el dinero.
Y pagar entre 1.100 1.400€ por un smartphone es una tontería. Y da igual si tiene el logo de Apple o el logo de Jesucristo.
Pues bien, una vez más, Apple ha vuelto a recortar la línea de producción de su teléfono inteligente insignia. Y eso significa que el iPhone X, que ya estaba teniendo un rendimiento inferior en el cuarto trimestre de 2017, no ha alcanzado sus objetivos de ventas.
Los detalles provienen de Nikkei Asian Review, que sugiere que la fabricación de iPhone X se reducirá en un cincuenta por ciento este trimestre. Esto se suma a la reducción de la producción de OLEDs de Samsung para el iPhone X. Apple había planeado fabricar 40 millones de unidades en el primer trimestre. Y ahora, 20 millones parece un objetivo más realista.
Como muchos se apresurarán a señalar, Apple tiene la costumbre de reducir la producción cada trimestre después del período festivo, así que esto no debería ser una sorpresa. Excepto por el hecho de que esta no es la caída esperada que ya fue planificada por los proveedores que entienden y administran sus estrechos márgenes, este es un recorte en exceso de la caída esperada.
Según los informes, el iPhone X es el teléfono más vendido para el cuarto trimestre, y Canalys reportó ventas de 29 millones de unidades. Ciertamente las cifras son impresionantes, aunque más bajos que las estimaciones del mercado. El iPhone X tuvo un rendimiento inferior y hay informes de una caída significativa en las ventas ahora que ha comenzado el primer trimestre de 2018.
Las ventas anuales del iPhone han estado cayendo constantemente durante 2015 y 2016. Y la falta de un gran éxito de éxito a finales de 2017 hará que la cuota de Apple caiga aún más.
Llegados a este punto, sólo queda saber si Apple bajará el precio de sus próximos buques insignia, o por el contrario, continuarán en su espiral destructiva hacia el colapso.
En cualquier caso, su futuro está en sus propias manos. Y deberán decidir entre vender pocos iPhones a precios exorcizados, o vender muchas unidades a un precio más realista.