El día que Microsoft salvó Apple
Este es el tipo de historias que me gusta publicar en fines de semanas, porque ponen a uno a reflexionar.
Hace ya 12 años, unos meses después del regreso de Steve Jobs a Apple, la situación económica de la empresa de la manzanita era bastante precaria y el retorno de Jobs al mando, quién antes había sido despedido fue la mayor muestra de cuan desesperada estaba la junta de directores de Apple. Pero esa no era toda la sorpresa, todos nos quedamos boquiabiertos, cuando el 6 de Agosto de 1997, los asistentes disfrutaban de la keynote de Steve Jobs en Boston y vieron de repente la cara del archi-enemigo natural de Apple, el en ese entonces Presidente Ejecutivo de Microsoft, Bill Gates, mirándoles desde una pantalla de vídeo a través de video conferencia.
En ese momento, gran parte de los presentes pensaba que se trataba de alguna especie broma, pero fue entonces cuando Bill Gates reveló que su empresa (Microsoft) había hecho una inversión de 150 millones de dólares en acciones de Apple sin derecho a voto, una inversión que sin lugar a quizás ayudó a asegurar el futuro de la firma de la manzana.
A cambio de ese dinero y de un compromiso de soportar Office para Mac durante cinco años, Apple accedió a abandonar un largo proceso de demanda en el que alegaba que Microsoft había copiado el aspecto y diseño del Mac OS en Windows, (cosas que quizás si fue verdad, pero el resultado obviamente no fue el mejor) y se comprometía a hacer de Internet Explorer el navegador por defecto en sus ordenadores (abandonando el tradicional Netscape). Hay quienes dicen que el acuerdo incluía más de ambas partes, pero eso ya es tema de otro post.
Suspiros de shock salían de los presentes, mientras Jobs decía, "Tenemos que abandonar algunas nociones en este momento. Tenemos que dejar de pensar que para que Apple gane, Microsoft tiene que perder."
Palabras sabías, de un líder sabio. De hecho, si nos ponemos a pensar lo más lógico para Microsoft quizás hubiese sido ayudar a Apple a que se hundiera o en el mejor de los casos dejarlos buscar dinero en otra parte o quizás consumir aun más los recursos de Apple manteniéndolos en una batalla legal, que de haberse prolongado habría llevado sin lugar a dudas a Apple a su desaparición, no obstante salieran beneficiados al final. Sin embargo, lo que luce más lógico, no siempre es lo correcto o lo más conveniente.
Y es que Apple y Microsoft son dos empresas “rivales” que buscan ambas un objetivo común: “ser el líder absoluto”, pero tal y como ocurre en las caricaturas cuando dos grandes luchan, si el enemigo principal desaparece la razón de ser del adversario se pierde. Y aunque Maqueros y Windowsianos se peleen a veces, en ocasiones Bill Gates y Steve Jobs se reúnen para cenar y recordar los viejos tiempos.