Comparativa de rendimiento del mundo real: Moto X Pure Edition vs Huawei Nexus 6P vs Samsung Galaxy S7 Edge vs iPhone 6s Plus

iOS vs. Android, seguridad vs. libertad, belleza e intuitividad vs. flexibilidad, rendimiento vs. especificaciones…Esas son algunas de las cosas que la gente suele poner en balance a la hora de decidirse por un iPhone o uno de los miles (quizás cientos de miles) de teléfonos con Android.

Para nadie es un secreto que actualmente el iPhone 6S Plus no puede competir en especificaciones con casi ninguno de los teléfonos insignia actuales. El iPhone 6S Plus, que dicho sea de paso es el más potente de todos los iPhones, tiene un procesador dual-core a 1.84GHz Twister, 2GB y una batería de 2750mAh.

En cambio, el Samsung Galaxy S7, lanzado hace un par de semanas cuenta con un procesador quad-core a 2.3GHz Mongoose + quad-core a 1.6GHz Cortex-A53, 4GB de RAM y una batería de 3600mAh.

A juzgar por los números fríos, cualquiera diría que el iPhone no tiene nada que hacer para competir con el hardware del Galaxy S7 Edge, pero todos sabemos que Apple siempre ha sido capaz de ofrecer mejor rendimiento con hardware menos potente, debido al equilibrio perfecto entre su software y su hardware. Algo que de momento, ningún fabricante de teléfonos Android puede decir.

El siguiente vídeo es la prueba gráfica de esto, y muestra como el iPhone 6S Plus con un hardware a todas luces más humilde, puede patear el trasero de tres de los teléfonos Android más potentes del mercado: el Moto X Pure Edition, el Huawei Nexus 6P y el Samsung Galaxy S7 Edge en lo que a rendimiento se refiere.

 

Los cuatro dispositivos se prepararon de de una manera lo más similar posible. Todos fueron restablecidos a su estado de fábrica y funcionan sin tarjetas SIM. Los cuatro teléfonos sólo tienen instaladas las aplicaciones que son relevantes para la prueba de velocidad, mientras que los ajustes se dejaron exactamente como vienen al sacarlos de la caja. De este modo nadie puede alegar que con el tiempo x marca se vuelva más lenta o que la carga en caché afectó el rendimiento de determinado teléfono.

De hecho, los únicos factores diferenciadores reales son las partes internas de cada dispositivo y el sistema operativo con el que funcionan.

En las pruebas, el iPhone 6s Plus de Apple terminó dos rondas de carga y cierre de todas las aplicaciones instaladas en un total de un minuto y cuarenta y dos segundos. El Galaxy S7 Edge llegó en segundo lugar, dieciocho segundos más lento que el iPhone. El Nexus 6P y el Moto X Pure Edition, terminaron con tiempos superior a los dos minutos, exactamente con dos minutos y dos segundos, y dos minuto y dieciséis segundos, respectivamente.

Obviamente hay mucho más en un dispositivo que simplemente abrir y cerrar aplicaciones con un cronómetro para ver cuál funcion de manera más eficiente, pero esta prueba de velocidad en el mundo real es una indicación bastante buena de cómo cada dispositivo no sólo se ocupa de los lanzamientos de aplicaciones, sino también de la forma en que manejan la invocación de aplicaciones del sistema multitarea nativo.

Este vídeo también demuestra otra cosa. Y es que cuando se trata de teléfonos inteligentes, las especificaciones sólo cuentan la mitad de la historia. Es el comportamiento en el mundo real y las pruebas de referencia (benchmarks) lo que realmente vale.

Al mismo tiempo me pregunto, ¿qué podría hacer el Galaxy S7 Edge si tuviera su propio sistema operativo hecho a medida? O mejor aun, ¿podría un iPhone con las especificaciones del Galaxy S7 Edge hacer que los cohetes de Space X aterricen de pie sin explotar?